La policía llego en el tiempo que
tarde en suspirar. Sus agiles movimientos precintaron la escena del crimen, en
un santiamén. Los detectives reunían a los invitados de la fiesta privada en el
living para poder tomar sus datos y su versión de los hechos. Cinco personas y tres empleados esperaban para
ser interrogados, mientras el tiempo transcurría, hablaban entre murmullos. Pues
la situación los impactaba.

Junto a ella Sir Habladius
Twitter, la consolaba. Hombre de pocas palabras, se solía expresar en máximo
ciento cuarenta caracteres. Animaba a la lady mientras retwitteaba un pésame y
colgaba otro twitt en su página para animar el alma dolorida de sus seguidores.
Para este, el panorama no era distinto, pero fomentar las
relaciones interpersonales con escaso dialogo le trajo algunos problemas con el
muerto. Dejándolo como otro sospechoso del crimen.

—Un clásico caso de robo al
parecer —pensaron los investigadores—. Las flechas son un objeto muy bien cotizado en el
mercado negro.
Entre los invitados Venus caía
presa de un ataque de histeria por la muerte de su querido hijo. Desconsolada,
lloraba lágrimas rojas por su corazón destrozado. A pesar de su estado la policía
no la descartaba como sospechosa. Había muchos rumores de celos entre madre
e hijo. Por la creciente popularidad de este ultimo y la caída en el olvido de
su madre.
El cuarto invitado, era yo, una
escritora novel de historia románticas, había asistido a la fiesta para realizar
un reportaje y publicarlo en mi blog literario. Que mejor material que la
entrevista al dios de los deseos amorosos para los fanáticos del genero. Había llegado
a la mansión en la cima del acantilado pocas horas antes. Con la
esperanza de pasar la mejor noche de su vida. Después del crimen estaba envuelta
en un estado de shock, que no me permitía digerir lo acaecido, observaba a los
demás con recelo en silencio. Mi mayor ídolo
había muerto a pocos metros. Los detectives tomaron mi declaración sin
prestarme la menor atención. Yo entre todos parecía ser la única inocente hasta
ese momento.
Los detectives se acercaron al
quinto convidado, un hombre misterioso de extremada belleza, alto, de piel
bronceada y ojos verdes caminaba con el poder de la seducción imprimado en cada
una de sus células. El cabello lacio oscuro largo recorrido en una firme coleta,
la mirada ardiente y un traje negro de película completaban la imagen de este
dios de la belleza. Adonis, con voz pausada hablaba con los oficiales,
exponiendo su cuartada. No tenia razones para matar a su amigo según decía. El conseguía
a cualquier mujer que deseara sin necesidad de las flechas encantadas y poseía una
riqueza infinita acuñada durante siglos en sus palacios europeos. Muy a su
pesar los detectives lo desestimaron como posible sospechoso y tras tomar sus notas
le permitieron marchar, sin más.
Los empleados, destrozados por la
muerte se abrazaban los unos a los otros, corpulentos hombres vestidos con un fino
pantalón de lino blanco holgado, descalzos, con el torso descubierto dejando
ver sus músculos bien marcados. Siempre bendecidos
por el poder de Cupido eran los más perjudicados por la perdida.
Una hora más tarde el cuerpo fue
retirado, la escena del crimen quedo sellada, los detectives se llevaron en
custodia a Lady Facebook, a Sir Twitter y a la diosa Venus como probables
autores del hecho. Por la información que pudieron recabar los tres habrían actuado
en conjunto para sacar del medio a un personaje que comenzaba a ser molesto
para todos. El personal de servicio fue despachado y a la escritora se le permitió
marcharse de la mansión. Esta se tomo su tiempo para abandonar el lugar,
dejando que todos se alejaran, se paro frente a las puertas dobles de la estrada,
intentaba grabar en su memoria cada detalle de la velada.
Esa fue la más triste noche del
mundo entero, la muerte había alcanzado al grandioso Cupido. Ese que proveyó de
amor ciego al necesitado y al incapaz. El que enamoro a la colegiala y al
taxista. El que cubrió el mundo con deseos pasionales. El universo se puso de
luto, la luna oculto su brillo dejando la tierra en penumbras. Lloró al dios
perdido. Durante mucho tiempo los mortales acongojados sufrieron por lo
ocurrido.

Escrito por Ma. de los Angeles
Hija!!!!! no te diste cuenta?? lo mato tu tia Myrian!!!!!!
ResponderEliminar¡hola!
ResponderEliminarMuy bueno el relato... y muy buen plan el tuyo :)
Me ha gustado, original y simpático con Lady Facebook y Sir Twitter.
Saludos
Muy buen relato. Te sigo. Un beso :)
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